martes, 9 de junio de 2009

tres coma catorce

Me sumerjo en tu mirada, con sumo placer y me distraigo
tu piel y tu olor, combinados en una ecuación que da un número perfecto.

¿Qué más has de esperar? Si soy de los que se pierden en los grandes océanos
y juegan a encontrar peces pequeñisimos que dificiles son de ver.

Como puede alguien llamar la atención
de una mente recíproca que busca el porqué
tus ojos, de mar cálido y fría desesperación
llenan la cavidad vacía
de la gélida falta de luz solar.

Tus ojos, de mar cálido y fría desesperación
que provocan una ardua tempestad
¡muerto está el que se revela!
¡y de mala gana se llena de envidia el que desconfía!

Vuelve a encenderse la llama que durante mucho tiempo se apagó y perdió su pasión
Perlas que caen, que brillan de rebotes, que nada las complace
que nada las irrita
que nada las altera
que vuelven a la tierra, de donde crecen los árboles más altos la selva.

Que será de ti, que esperose el mundo está
y posose en su regazo de tivio pedestal.
Engaña a Mefistófeles
porque en su tumba no puede descansar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hey hey hey