Me sumerjo en tu mirada, con sumo placer y me distraigo tu piel y tu olor, combinados en una ecuación que da un número perfecto.
¿Qué más has de esperar? Si soy de los que se pierden en los grandes océanos y juegan a encontrar peces pequeñisimos que dificiles son de ver.
Como puede alguien llamar la atención de una mente recíproca que busca el porqué tus ojos, de mar cálido y fría desesperación llenan la cavidad vacía de la gélida falta de luz solar.
Tus ojos, de mar cálido y fría desesperación que provocan una ardua tempestad ¡muerto está el que se revela! ¡y de mala gana se llena de envidia el que desconfía!
Vuelve a encenderse la llama que durante mucho tiempo se apagó y perdió su pasión Perlas que caen, que brillan de rebotes, que nada las complace que nada las irrita que nada las altera que vuelven a la tierra, de donde crecen los árboles más altos la selva.
Que será de ti, que esperose el mundo está y posose en su regazo de tivio pedestal. Engaña a Mefistófeles porque en su tumba no puede descansar.