sábado, 11 de octubre de 2008

Me siento en una silla, que no tiene respaldo ni patas, pero ya que estoy tan cansado, decido sentarme igual. Mientras descanso veo el amanecer en la playa, con unos colores saturados y bien enérgicos. El sonido de las olas acaricia mis oidos, me relaja y me hace sentir raro. Creo que podría estar el resto de mi vida en ese lugar, sin hacer absolutamente nada más que sólo mirar el abundante cielo que tengo sobre mi cabeza. Los arboles, los animales, los insectos, la vegetación, todo junto hacen un papel perfecto para la definición de lo que es la vida, no necesitan ser retocados ni un poquito, no necesitan ser modificados, no es nescesario cambiar nada, todo está bien como está. Se hace de noche, y las estrellas me dejan con la boca abierta, ya que nunca había visto tal cosa, sobretodo por la luna, tan pura y redonda.
Al día siguiente me levanto y tomo mi camino, lo curioso es que no sé cual es mi destino, pero sé qué camino tengo que tomar, se entiende?, es dificil de explicar para una persona como yo, pero me da escalofríos saber que a alguna parte voy a llegar, y que no todo siempre va a ser como este tan preciado lugar en el que estoy. Siempre que hay luz, hay sombra, siempre que hay blanco hay negro, siempre que hay ricos, hay pobres.
No me busquen, les diría que ni lo intenten porque estoy seguro que nisiquiera van a saber por donde empezar. Sorprendidos?. Perfecto, como si le estuviece hablando a alguien, no?

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