El frío que atraviesa vidrios
se lleva mis esperanzas
Me abre a cabeza como si fuera de hojalata
Me llena de lágimas el alma, cuando las agujas se unen en el número doce
dejando ver con claridad, el firmamento
sobre el paisaje de montaña
cuando los vidrios se rompen
Sólo cuando la luna se alínea con el sol
y crea una estría de luz que nos previene
del ocultismo que por detrás de nosotros
nos acecha, ya que siempre le conviene
Comienza a hacer ausencia una estrella
Casualmente cuando tu apareces
Lo que me hace pensar atrozmente
que es de allí de donde tu provienes
Se que de las estrellas no duran para siempre
Y que la falta de luz ante la muerte siempre las precede
Pero una vez que te iluminan
Ya no hay más que hacer
Su calor inciencia tu cuerpo con una estela celeste
Que nisiquiera hace falta poder sentir para poder precenciarla
Porque en ese momento tu cuerpo experimenta una sublime magia encargada de convertir al desesperado y al mal enamorado, en una laguna de agua calma con escarchas, que nos purifica del mal más desprovisto y crucificado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario