poesía gnomónica

Entre ya muchas cosas que le dan vueltas a mi cabeza en este verano, entre todas las cosas de las que poco a poco me voy dando cuenta, obviamente, le doy más importancia a algunas; las más jugosas y de las que más sirve pensar. Está más que claro que en mi vida cotidiana, entre toda la gente que conozco y demás, hay quienes son considerados los que "no entienden nada" o los que no les interesan las cosas de la misma manera que a nosotros. Yo los veo diferentes, o es más, me siento yo distinto a todos ellos porque nunca me gustó juzgar a la gente. Es la masa, la corriente de agua que siempre va a tener gente adentro que piensen de una forma algo parecida.
En ciertos momentos me siento afortunado, digno de mi mismo de pensar a así, ya que de no ser así sería alguien muy distinto.
No hace falta mucho para alterar la mente de alguien a quien cerca tenemos, cuando queremos, siemplemente es lo que menos tenemos que pensar. Pero me resulta interesante como hay gente que se siente o se considera a sí mismas con adjetivos y significados negativos, que en la mayoría de las veces la llevan a la depreción o a sentirse diferentes por defecto. ¿Podría ser un sindrome de la soledad? o por estar tanto tiempo en ese estado, la mente no tiene otra opción que crearse respuestas a sí misma, de las cuales hay probabilidades que sean erróneas. No lo sé. Es una teoría, la mente es tan dinámica como lo es la tierra: no me parecería raro (risas), y me parece que tiene un valor de ley natural.
Habría que detenernos y centrarnos en algo. Mirarlo por todos los lados posible y entender porqué es y porqué factores, cada detalle vale oro, plata, diamantes, rubíes, obras de davinci, de monet y de picasso, etc, etc, etc.